MG: Al principio elegimos el tema porque nos llamaba la atención la problemática de la vivienda en zonas altoandinas afectadas por las heladas. Coincidíamos, cuando éramos estudiantes, en que queríamos hacer una tesis que dejara algún aporte, y no solo una tesis cuyo único fin fuera obtener el título de arquitecto.

OP: Empezamos desde el 2012. Fue todo un problema encontrar el sitio. La intención fue buscar el poblado más afectado por las heladas y ese era Mazocruz. Nunca habíamos ido a Puno.

MG: Llegamos y no conocíamos a nadie. Nosotros pensábamos que seguramente los alcaldes querían hacer mucho por sus comunidades, pero no sabían cómo o no tenían recursos; estábamos segurísimos de eso. Al llegar a Mazocruz fue todo lo contrario, nos rechazaron. El alcalde no tenía intención de recibirnos. Así fue como regresamos a Puno, y pudimos conseguir una cita con el gobernador regional. Éste nos contactó con el alcalde de Santa Lucía, Juan Vilca, que estaba interesado en el tema.

OP: Recorrimos tres comunidades, todas por encima de los 4000 msnm y en ellas las viviendas tenían un mismo lenguaje: materiales de construcción similar y la misma cantidad de ocupantes que se dedicaban principalmente a la crianza de alpacas. Sin embargo al momento de decidir en qué comunidad trabajar, el alcalde nos pidió que nos centráramos en Choroma porque pensaba que de realizar algún proyecto la minera ubicada en este poblado podría invertir en él. Buscamos darle un enfoque social a la investigación, y teníamos referentes que hablaban de la importancia del nexo entre cultura y arquitectura, y nos parecía propicio aplicarlo en el estudio.

MP: Pensamos que se tiene que hacer arquitectura con conocimiento de causa, es decir, saber el por qué y para quién. Al factor social no se le da la importancia necesaria y desde nuestro punto de vista esto es un grave error.

MG: Quisimos hacer una investigación aplicada, porque nos parecía importante que siendo el proyecto de fin de carrera pudiéramos dejar un aporte ante la problemática que se vive en las zonas altoandinas como consecuencia de las heladas. Sabiendo que las campañas para llevar abrigo son solo paliativos y no resuelven el problema de fondo, y que desde el campo de la arquitectura se pueden dar soluciones.  

OP: Hemos tenido el privilegio, durante nuestra etapa universitaria, de conocer profesores que nos han abierto los ojos al escenario académico internacional; nos enseñaron que en la universidad es esencial realizar investigaciones que aporten al conocimiento. Además, existen muchos eventos científicos internacionales que están interesados en conocer investigaciones que demuestren cómo es la realidad de distintos países, la variedad de arquitectura según el clima y geografía, y tocar temas como la sostenibilidad, la conservación de patrimonio y la construcción en tierra.

MG: Cuando iniciamos aún había escepticismo sobre las tesis de investigación en la facultad (de la URP). No existía un formato de plan de tesis de investigación, y tuvimos que realizarlo. Ahora sabemos que desde el 2014 hay un formato e incluso han realizado concursos para financiar con 1000 soles este tipo de tesis. Lo que más valoramos de esta etapa fue la disponibilidad y generosidad de los profesores en ceder su tiempo; porque no hay una remuneración extra por ser asesores, todo es por voluntad. Principalmente tendríamos que agradecer a la Arq. Tanith Olórtegui, nuestra directora de tesis, que además de aportarnos conocimientos nos motivó para seguir con la investigación. 

OP: El no tener mayores referentes de investigación en la facultad fue lo que nos hizo aplicar a distintos congresos, para que nuestra investigación pueda ser analizada por un comité científico y tener la opinión de especialistas sobre nuestro trabajo. Fue así como en el 2014 nos aceptaron, con un avance de la tesis, en TerraBrasil y el SIACOT.

Participando en TerraBrasil, nos dimos cuenta de la relevancia que tiene la arquitectura en tierra en el plano internacional y también adquirimos nuevos conocimientos que nos sirvieron para el desarrollo de la tesis. En esa oportunidad nosotros cubrimos todos nuestros gastos.   

Con la tesis terminada presentamos un artículo a Terra Lyon 2016 y nos aceptaron, fue muy gratificante saber que nuestra tesis era bien recibida por este comité científico internacional. En esta ocasión conseguimos que la universidad financiara nuestra participación a través del rectorado.

MG: Traten de hacer una tesis pensando en las necesidades del país, analicen en qué lugar de nuestra sociedad podemos aplicar el conocimiento que hemos adquirido en la universidad. Si van a dedicar tanto esfuerzo para realizar una tesis de investigación o un proyecto, qué mejor que sea en beneficio de alguien. Lo que nos falta es más contacto con la realidad. En la facultad (de la URP) tenemos profesores bastante valiosos que muchas veces no sabemos que están. Si uno quiere dedicarse a investigar, el apoyo de los profesores es trascendental para lograr un buen resultado y estén seguros que los van a apoyar.